El juego: Derecho de los niños
Podría decirse que el juego es casi un instinto con el que nacemos los seres humanos. En los primeros meses de vida el bebé juega con sus manos, las mira, las descubre y poco a poco entiende lo que puede hacer con ellas.
El juego es entonces la forma natural de incorporar a los niños en el medio que les rodea, de aprender, de relacionarse con los otros, de entender las normas de la sociedad a la cual pertenecen.
Un bebé con su sonajero descubre sonidos y movimientos, una niña con su rompecabezas se divierte mientras piensa, relaciona y capta. Así mismo, un adolescente con juegos como "Escondiditos" o de deportes como el fútbol o el baloncesto aprende la importancia del trabajo en equipo, el respeto al otro sea adversario o no y el acatamiento de normas en pro del entendimiento y la sana diversión.
Casi todos los padres le han comprado a su hijo un carrito o una pelota y a su hija la muñeca a la que podrá darle tetero y cambiarle la ropita. Estos juegos de hecho son importantes, pero a los padres se les ha olvidado incentivar en sus hijos el juego creativo y, más importante aún, compartido. Sentarse con los hijos a hacer figuras de plastilina, a pintar, a leer un cuento, a jugar "Lotería" o "Parqués", o animarse a correr e inventar juegos que refuercen los lazos familiares.
El juego puede ser un fin porque proporciona diversión y esparcimiento pero también puede ser un medio para alcanzar un fin, y en ese sentido los padres pueden crear juegos para que sus hijos aprendan, por ejemplo, a recoger los juguetes después de jugar, despertarles el interés por algunos alimentos, enseñarles a lavarse los dientes y muchas cosas más.
Hemos mencionado aquí todas las ventajas que tiene el juego y, sin embargo, desde el sistema escolar se está presionando al niño para que cada vez, a más temprana edad, entre a una educación formal en la que el juego tiene escasa cabida. Detrás de estas medidas hay más un interés monetario que cualquier otra cosa y no sólo se minimiza el potencial del juego en el aprendizaje sino que también se está olvidando la importancia del juego en el desarrollo emocional y afectivo de los niños.
Un niño que juega es un niño que ama la vida, que entiende y tolera situaciones difíciles, que ama a quienes le rodean, es un niño que sonríe y es feliz.
El juego es un derecho que tiene todo niño y una oportunidad que tenemos los adultos de pasar un buen rato y de aprender de esa capacidad que tienen los niños de disfrutar y admirarse con las cosas simples. El juego es algo muy serio…
La importancia de los niños para Dios
Hace 47 años, en un día como hoy, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1959. Más tarde, el 20 de noviembre de 1990, aprobó laConvención sobre los Derechos del Niño.
Era el reconocimiento que hacía el mundo en cuanto a la consideración e importancia que tienen los niños en nuestra sociedad, los cuales como es sabido, muchas veces son maltratados, pasados a llevar, no respetados y mirados en menos.
Sin embargo, mucho antes de que la Asamblea de las Naciones Unidas hiciera este importante reconocimiento en pleno siglo XX, hace como 2.000 años atrás alguien ya había dejado en claro lo importante que son los niños… estamos hablando de Jesucristo.
Veamos entonces 7 puntos en los cuales queda demostrada la importancia que tienen los niños para Dios según la Biblia:
1.- De los niños es el reino de Dios
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.” (Marcos 10:13-16)
De los niños es el reino de Dios ya que los niños son seres puros que no tienen pecado porque no tienen discernimiento ni conocimiento acerca del bien o del mal, al igual que Adán y Eva en el paraíso antes de su caída; lo cual los hace tener el camino libre hacia el cielo.
Esto también quiere decir que no necesitan de arrepentimiento, por lo tanto, no requieren de bautismo. Al respecto muchas personas se preguntan acerca del destino eterno de los niños que mueren sin el bautismo que propicia el catolicismo romano u otras iglesias o sectas… sin embargo, debemos de hacer caso a lo que dice la Biblia, y es clara al señalar que “el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:20).
Por lo tanto, si un niño fallece, su destino eterno es el cielo por cuanto de él es el reino de Dios. El bautismo y arrepentimiento es para pecadores, o sea, gente adulta como nosotros que pueden discernir entre el bien y el mal.
JUEGOS INFANTILES: LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA INFANCIA
El juego es una actividad propia del ser humano, se presenta en todos los niños, aunque su
contenido varíe de acuerdo a las influencias culturales que los distintos grupos sociales
ejercen. A esto se suma el hecho de que nuestra especie mantiene la capacidad de jugar más
allá de la infancia, un ejemplo de lo cual puede encontrarse en las actividades deportivas.
Debido a que el juego ha demostrado ser una valiosa experiencia de aprendizaje, en la
actualidad se ha superado en gran medida la tendencia a considerar el juego como una
inofensiva “pérdida de tiempo” propia de la infancia. Se valora en cambio, la importancia de
esta actividad para el sano desarrollo de la personalidad infantil. Este cambio de postura se
refleja tanto en la incorporación del juego dentro de las actividades curriculares de la escuela,
como en el interés manifestado por numerosos fabricantes de juguetes por dotar de valor
educativo a sus materiales, dándoles características didácticas que favorezcan el desarrollo.
Los padres, por su parte, buscan cada vez más estas características en los juguetes que
adquieren para sus hijos, procurando que se adecuen a las diferentes etapas de desarrollo y
estimulen la creatividad infantil.
¿Qué es el juego?
La respuesta a esta pregunta parece fácil, ya que habitualmente resulta sencillo para el
observador reconocer el carácter de juego de una acción, del mismo modo que quién está
jugando tiene conciencia de este carácter lúdico.
Así, cuando vemos a una niña acunando cariñosamente su muñeca, a otro modelando figuras
en plastilina, a un grupo atareado en torno a unas cuantas bolitas, o a un pequeño que salta
repetidas veces desde el mismo escalón, sabemos que están jugando, pese a que la conducta
es muy similar a la realidad “en serio”. ¿Cómo sabemos que lo que el menor realiza es un
juego?
Es difícil limitar el juego a una definición, por lo que intentaremos resaltar los criterios que
permiten diferenciarlo de otras actividades.
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¿Cuándo se está jugando?
Las diversas teorías del juego proponen diferentes criterios para reconocer esta actividad, a
partir de los cuales podríamos decir que se esta jugando cuando la actividad realizada:
?? Produce placer al sujeto que la realiza. Interesa más la acción que el resultado.
?? La meta de la acción es el juego mismo y no el aprendizaje. Prescinde de las
limitaciones de la realidad.
?? Ejercita funciones o capacidades del sujeto. Satisface necesidades afectivas del sujeto.
Crea una situación imaginaria.
?? La intención de jugar la diferencia de una actividad similar realizada como trabajo.
Estos criterios responden a diferentes modos de entender el juego y reflejan la complejidad de
esta actividad, que en ciertos momentos puede responder a unos u otros de los criterios
señalados.
Importancia y valor del juego en la niñez:
El juego es el lenguaje principal de los niños; éstos se comunican con el mundo a través del
juego
El juego de los niños siempre tiene sentido, según sus experiencias y necesidades particulares
El juego muestra la ruta a la vida interior de los niños; expresan sus deseos, fantasías, temores
y conflictos simbólicamente a través del juego
El juego de los niños refleja su percepción de sí mismos, de otras personas, y del mundo que
les rodea
A través del juego los niños lidian con su pasado y su presente, y se preparan para el futuro
El juego estimula todos los sentidos
El juego enriquece la creatividad y la imaginación
El juego ayuda a utilizar energía física y mental de maneras productivas y/o entretenidas
El juego es divertido, y los niños tienden a recordar las lecciones aprendidas cuando se están
divirtiendo
El juego facilita el desarrollo de:
Habilidades físicas- agarrar, sujetar, correr, trepar, balancearse.
Habla y lenguaje- desde el balbuceo, hasta contar cuentos y chistes.
Destrezas sociales- cooperar, negociar, competir, seguir reglas, esperar turnos.
Inteligencia racional- comparar, categorizar, contar, memorizar
Inteligencia emocional- auto-estima, compartir sentimientos con otros
El juego facilita el aprendizaje sobre:
Su cuerpo- habilidades, limitaciones
Su personalidad- intereses, preferencias
Otras personas- expectativas, reacciones, cómo llevarse con adultos y con niños
El medio ambiente- explorar posibilidades, reconocer peligros y límites
La sociedad y la cultura- roles, tradiciones, valores
Dominio propio- esperar, perseverar, lidiar con contratiempos y derrotas
Solución de problemas- considerar e implementar estrategias
Toma de decisiones- reconocer opciones, escoger, y lidiar con las consecuencias
El juego a través de las etapas de desarrollo de los niños:
Un año- estimulación de los sentidos, repetición, colores brillantes
Uno a tres años- movimiento físico, comienza el juego imaginativo, juego paralelo
Tres a cinco años- arte, construcción, juego con otros niños o adultos
Seis a doce años- juego social, juegos de reglas, juegos que complementan las actividades
escolares, desarrollo de intereses personales, juego independiente, colaborativo, y competitivo
Ayudando a sus Niños a Desarrollarse y a Aprender a Través del Juego
El área de juego debe estar relativamente limpia y organizada
El área de juego debe ser cómoda en cuánto a iluminación, ventilación, y espacio
El área de juego debe ser segura y supervisada
Al escoger juguetes, el adulto debe leer las instrucciones y tomar precauciones de seguridad
Los niños que juegan con adultos desarrollan más su creatividad
Observar a sus niños para descubrir sus habilidades y preferencias
Dejar que sus niños dirijan la actividad de juego; usted puede añadir complejidad
Hay muchas maneras de usar el mismo juguete; usted puede estimular la creatividad
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Ofrecer reconocimiento y felicitación cuando sus niños hablan, comparten, ayudan, piden
ayuda, aceptan ayuda, tratan los juguetes con cuidado, usan su imaginación, demuestran
paciencia y persistencia, intentan algo nuevo, ponen esfuerzo, recogen los juguetes, usan
buenos modales, o demuestran destrezas artísticas, atléticas, mecánicas, o de razonamiento
Describir en voz alta el juego de sus niños, demostrando atención e interés, enseñando
conceptos, y dando ejemplo de cómo usar el lenguaje
Imitar el juego apropiado de sus niños, demostrando aprobación, implicación, y dando ejemplo
de cómo imitar y compartir con otros
Reflejar el habla apropiada de sus niños durante el juego, demostrando que escuchamos,
aceptamos, y comprendemos lo que dicen, y ayudándoles a desarrollar sus destrezas de
comunicación
Dar reconocimiento a las conductas apropiadas de sus niños durante el juego, dejándole saber
lo que nos gusta, ayudando a fomentar una buena relación con sus niños, y causando que se
repitan con más frecuencia
Ignorar las conductas inapropiadas de sus niños durante el juego (a menos que sean
peligrosas o destructivas), reduciendo la frecuencia de estas conductas.
Ofrecer estructura y orden durante el juego, facilitando una sensación de seguridad en sus
niños
Establecer límites, enseñándole a sus niños lo que es aceptable y lo que no lo es
Hacerle preguntas a sus niños durante el juego, sin convertirlo en un interrogatorio.
Observar el juego de sus niños, para notar indicadores de dificultades o necesidad de ayuda
profesional (por ejemplo, evaluación pediátrica o psicológica)
Notar si el juego de sus niños parece inmaduro para su edad
Notar si el juego de sus niños parece atascado, repitiendo lo mismo una y otra vez durante
mucho tiempo.